sábado, 11 de julio de 2020

Capítulo 5





En la noche, Carlos está en un club. Un joven de como mucho 18 años se le acerca.
--¿me invitas a algo?
--claro... lo que tú quieras.
Después de una copa se van a un cuarto que hay detrás. Es sólo sexo y rápido. Carlos  se sube los pantalones, luego agarra su cartera y le tira a la  cara unos billetes al joven con mucho desprecio
--¿es lo que acordamos, no?
El joven hace que sí y se va sin decirle nada. Carlos  se reúne con la gente. A él se acerca un hombre de unos  80 años.
--mi amor, te estaba buscando.¿donde estabas? 
--perdón. El tráfico.
Los dos se besan y se abrazan.
--es que pensé que ya te aburriste de mí.
Carlos  se muestra sensual.
--nunca,  sólo tengo pensamientos para ti, Ángel.
El anciano  lo devora con los ojos:
--¿vamos?
Carlos sonríe muy seductor. Lo tiene loco al anciano.

Carlos  y Ángel están desnudos y abrazados en la cama de una suite después de haber exprimido sus cuerpos.
--eres  único amor --jadea Carlos fingiendo placer cuando lo que siente es asco. 
--no sé como un hombre como tú es soltero¿en qué piensan los jovencitos de hoy?
Carlos  sonríe muy seductor, el anciano  no imagina que lo engaña.
--es que te esperaba a ti. Quiero una vida a tu lado.
Angel lo mira serio. Cree en serio que ese joven tan guapo está enamorado de él y eso le hace sentir atractivo y deseado.
--no te confundas,  yo no me volveré a casar. Ni siquiera puedo tener un romance o perdería la herencia de mi esposa. Así lo dispuso la maldita en su testamento. No te puedo ofrecer nada.. Si alguien se entera de esto será fatal para mi.
--me enamoré de ti y ni modo... por ti estoy dispuesto a permanecer siempre en la sombra. 
Ángel cree en las fingidas lágrimas de él que mientras se muestra amoroso dice para sí:
--pero yo te puedo sacar lo que quiera.
Ángel  besa el tierno pecho de ese joven:
--a tu lado siento como si tuviera 40 años menos.
--viejo estúpido --dice para sí-- no sólo te saco el dinero que me das que ni te enteras que te hago copias de tus tarjetas y te estoy sacando una fortuna. Disfruta de mi cuerpo, en pocos meses no tendrás ni un euro y tampoco me tendrás a mí. Parece mentira que me sea más fácil sacarte dinero a ti que a mi esposo pero a los dos les dejaré en la calle.
Carlos  sonríe. Es una sonrisa llena de ambición. Ángel  lo mira intrigado:
--Mi amor ¿y esa sonrisa? --lo besa con cariño-- quien sólo se ríe de sus maldades se acuerda.
Carlos  la mira:
--mi única maldad es amarte como te amo.  Yo me casaría contigo. Me encantaría que renunciaras a tu herencia por mi. Yo te mantendría con mi humilde salario.
Ángel  lo mira emocionado. No tiene ninguna duda que ese guapo joven lo ama.
--mi amor ¿harías eso por mí?
--por ti lo daría todo.
--pero yo no puedo renunciar a mi dinero.
Carlos  se hace la víctima:
--lo sé... en todas las relaciones hay uno que quiere más que el otro y a mi me ha tocado ser el que quiere más.
Ángel se siente orgulloso de tener a ese chico al que le lleva más de 40 años supuestamente a sus pies 
--es que no sé qué decirte. Nunca me sentí tan amado.
Carlos  friega su cuerpo al del anciano  para hacerle sentir con todo.
--es que ningún hombre te ha hecho sentir lo que yo te amo tanto mi Ángel.
Ángel  vibra sólo por sentir el cuerpo de él sobre suyo:
--y a mi nunca un hombre me gustado como tú.. Eres especial. Hay pocos hombres para no decir ninguno que les gustaría que yo renunciaras por ellos a mi dinero.
--es que yo no soy como todos los hombres. A mi no me interesa el dinero. Tú sabes que los regalitos que me das los acepto sólo para darte gusto. Yo sé lo que siento yo pero no estoy muy seguro de tus sentimientos. Me encantaría tener una relación normal contigo, que vivas en una casa que yo pueda pagar y de mi trabajo.
--Nunca me has dicho de qué trabajas.
Carlos  la mira con una sonrisa:
--seduciendo a estúpidos empezando por ti y acabando con el idiota de mi esposo --dice para sí.
Con su mejor cara de enamorado ella dice:
--prefiero no decirte, es que me da pena que te avergüences de mí.
Ángel  apoya de nuevo su cabeza en el bello y joven pecho de él:
--yo nunca me avergonzaría de ti. Te quiero como eres pero tampoco podría vivir de otra manera a la que vivo.
--y yo te amo y por ti hago lo que sea.
Ángel  lo mira feliz:
--gracias por quererme tanto.
--gracias las hacen los monos --piensa Carloa-- que nada es gratis...
Carlos  hace pose de niño indefenso que al hombre  le produce mucha ternura, no se separaría de él.
--ni modo, yo me tendré que resignar a ser un pasatiempo para ti, un dia me dejarás y yo tendré que vivir mi vida triste y solo de los recuerdos. --Carlos .
Ángel  no puede contener las lágrimas y Carlos  goza su triunfo. Está seguro que en pocos meses la fortuna de Ángel  y la de Ramiro y Emilio serán de él...

días después… Ángel  y Carlos  se encuentran en una suite. Aunque a él no le apetece nada acostarse con el viejo  se muestra ansioso.
--que ansioso--dice el viejo  con orgullo.
--es que te echo de menos y soy joven y necesito sexo.
El joven le hace sentir que de verdad es el único hombre de su vida. Mientras Carlos lo besa en el cuello y le acaricia el sexo,  el anciano  le dice estremeciéndose:
--¿y no echas de menos la carne fresca?
--contigo es el único con el que he hecho el amor y hemos vividos los momentos más felices.
Carlos se va desnudando mientras le va haciendo gemir con sus caricias:
--no, espera.Te dije que quiero decirte algo importante.
--es que te amo tanto.
A Carlos  le aburre que Ángel  le hable y por eso prefiere hacer el amor con el. Viendo que no puede frenarlo y antes de caer en sus brazos Ángel  dice:
--me voy del país.
--¿¿qué?
Carlos  sufre un fuerte impacto porque si  se va no recibirá dinero o regalos de el y tampoco podrá seguir robándole.
--¡¡no me puedes hacer esto¡¡¡no me puedes dejar¡
--¿y quien te ha dicho que te dejo? Quiero dar la vuelta al mundo. Cada día dormir en una ciudad diferente, durante meses, años. Así no tendremos que ocultar nuestro amor. Nadie me conocerá. Sé que eres un chico humilde pero entra en mi mundo, la vida de millonario te va a gustar.
Y la propuesta del hombre lo tienta: viajes, fiestas.. Es todo lo que quiso hacer pero Lorenzo, de vida más tranquila, no lo ha complacido en eso. A parte está que pasar unos meses con el anciano le aseguraría poder  vaciarle las cuentas pero tiene miedo. Con Lorenzo tiene el futuro asegurado y Ángel  no le da la seguridad que tiene con Liorenzo
--¿es que no te gusta la idea?
--¿y mi trabajo? --pone él como excusa.
--Yo hablo con tu jefe, compro la empresa... hago lo que sea.
--es que a mí no me gustaría ser un mantenido.
Ángel  le pone las manos en las mejillas y le dice:
--Yo no puedo renunciar a mi mundo por ti y si tú no puedes hacer lo mismo entonces esto se acaba.
--¿qué? No podemos seguir como hasta ahora?
--No, no podemos. Yo me iré y no volveré puedes quedarte o venir conmigo.
El anciano  le da un beso en los labios:
--mañana nos vemos como siempre, piénsalo.
Y lo deja solo. Carlos  se pone furioso. Él no quiere renunciar a quedarse con el dinero de los dos. Sabe que si no se va con Ángel  perderá mucho dinero pero si se va no tiene garantías de no perder a Lorenzo porque no sabe que excusa darle.
--si pudiera robar a uno y luego al  otro.
Mientras conduce a la gran casa donde vive golpea el volante con rabia:
--¡¡con lo bien que me iba robar a los dos¡¡¿¿por qué tengo que elegir?
Carlos  no sabe como hacer para no perder el dinero de las dos hombres .
--si pudiera estar en dos lugares a la vez...

Valentín   y Luis   están en el trabajo. El jefe los llama al despacho. Les tiene que decir algo grave,
--¿es que tiene queja de nuestro trabajo? --Valentín   sorprendido porque nunca le habían llamado la atención.
Muy serio el jefe dice:
--¡hemos descubierto que Mert nos ha estado robando y ustedes tendrán que responder por él¡
Valentín   mira a un sorprendido Luis   con el rostro desencajado. No puede creerlo.

Recordando al actor. Participación especial como Ángel.

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