sábado, 11 de julio de 2020

Capítulo 11



Valentín   reza sobre la tumba de su madre:
--¿como pudiste abandonar a mi gemelo en la puerta de un convento como si fuera un perro? Si lo hubieras hecho por lo legal yo podría haberlo buscado pero ahora ¿¿dónde lo busco?¿dónde?
Aunque no entiende a su madre, aunque le reprocha lo que haya hecho:
--te perdoné madre porque sé que te arrepentiste pero ayúdame a encontrarlo. Debe ser igual a mi.
Valentín   sonríe con amargura:
--en algún lugar del mundo, tal vez no muy lejos de aquí hay alguien igual que yo.
Se le hace extraño pensar que un día puede encontrarse en la calle con un desconocido igual a él. Le emociona pensar que es su hermano:
--a lo mejor no se me parece tanto. Aunque si somos iguales no habría dudas. Si algún día por la calle me topo conmigo sabré que ese es el bebé que abandonó mi madre.
Su rostro se llena de lágrimas:
--¿qué habrá sido de su vida?¿será buena persona? ¿habrá tenido unos padres que le inculcaron principios?
No saber qué vida ha llevado su hermano gemelo es algo que le duele mucho y le angustia:
--ojalá la vida me ponga frente a él A MI HERMANO.

Valentín   llega a su casa. Reşat  le reclama:
--¿¿donde estabas?¡ ¿ya encontraste trabajo?
Valentín   mira a su hombre  triste:
--recién estoy desempleado.
--¡¡es que tenemos un problema muy grave para que tú te la pases de vago¡
--no seas injusto, en estos  años yo me he matado a trabajar.
--¡¡no ha sido para tanto y de poco va a servir tu trabajo si ahora pierdo MI casa¡
Aunque dice MI es Valentín   quien  la está pagando. 
--tranquilo, seguro que en muy poco tiempo me sale una cosa.
--¡¡más te vale porque en esta casa no quiero vagos¡
Valentín   se gira triste y decepcionado. Siente que algo se ha roto entre él y Reşat  . Ya no lo ve igual. De todas formas se siente comprometido con esa familia. Reşat  se pone delante de él:
--¡¡no hemos acabado de hablar¡¡¡encima tú no te hagas la víctima y no te atrevas a dejarme con la palabra en la boca¡
--hoy ha sido un día duro, me quiero dar una ducha.
--¡¡claro si no te hubieras ido ves a saber donde¡¡¡seguro que algún bar a emborrarte¡¡
--Yo rara vez bebo y tú deberías saberlo.
Valentín   está muy triste. Reşat  es muy agresivo con él.
--¡¡eso es lo que dices pero yo a ti no te creo nada. Seguro que te despidieron por borracho porque en vez de trabajar te la pasabas tomando vino como los vagos¡Por eso te gusta pasar tantas horas en esa sucia bodega porque te bebías todo el vino.
Valentín   lo mira roto de dolor:
--¿porqué me tratas así? En estos  años yo te lo he dado todo.
--¡¡pero ahora no tienes nada¡
--pero te juro --besa sus dedos en cruz-- por mi madre que encuentro trabajo. Precisamente ahora vengo del cementerio --sonríe con ternura-- no estaba haciendo nada de lo que me tenga que avergonzar. Tú sabes que nunca me he tenido que avergonzar de nada de lo que he hecho .Le he ido a pedir a mi madre que me ayude.
Valentín   espera así que Reşat  se apiade de él pero Reşat  lo mira con desprecio y con ironía le dice:
--pues si quieres volver a dormir en mi cama espero que la difunta te ayude pronto...
 y lo deja solo. Valentín   llora.
--no me quiere... no me quiere.



En la noche, Mert llega a la casa. Va directo al minibar. Enciende la luz y se sorprende al ver a Valentín   durmiendo en el sofá. Sonríe:
--todo ha salido bien.
Cierra de nuevo la luz. Entra en su cuarto. Se saca el Jersey, los zapatos, los jeans y se tumba en la cama. Los brazos bajo la nuca haciéndole de almohada. Sonríe:
--eso te pasa por altanero, por creerte un santo. Siempre hablando de la moral. Ya me gustará ver tu cara cuando estés entre rejas. Aunque como no salga en el periódico no me enteraré porque yo antes de ir a la cárcel me fugo pero tú eres un tonto y dirás que eres inocente y que no tienes que huir.
Sonríe pensando en lo mal que lo debe estar pasando Valentín  :
--que bueno que mi padre te echó de su cama, seguro que para ti ha sido un duro golpe aunque no sé porque tampoco hacías nada¡¡y es que este tipo es imbécil¡ ¡¡ahora fue de su cama pero dentro de poco te echará de la casa y nos libraremos de ti¡¡

Valentín   se levanta muy temprano. No puede adaptarse a ser un desempleado. Siente que le falta algo. Se da una buena ducha y se afeita.
--es un nuevo día.
Se siente animado.
--El ayer ya pasó. Hoy voy a tener suerte. Yo soy buen trabajador, seguro que pronto logro encontrar trabajo
Se compra un periódico, busca en la sección de empleos. Sentado en un banco señala con el bolígrafo las ofertas  que le interesan que son muchas. Y comienza la búsqueda con la esperanza y la ilusión que todo saldrá bien. También ha hecho muchas citas por internet. Tiene toda la mañana ocupada. Está seguro que algo encontrará. Pero no tiene suerte, aunque se muestran muy interesados en su currículum, en la manera que habla, se nota que es trabajador  pero a la que buscan en el ordenador le dicen:
--lo siento, no es lo que buscamos.
Valentín   no pregunta, no piensa. Sigue adelante seguro que muy pronto tendrá suerte. De repente una mano se le pone en los hombros:
--perdona un momento.
Y Valentín   tiembla al estar escuchando su propia voz.
--¡no puede ser¡ --dice.

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