lunes, 13 de julio de 2020

Capítulo 23




Lorenzo  y Valentín   llegan a la casa al atardecer muy felices después de su primer paseo juntos. Se miran como si fueran adolescentes que viven su primer amor. Entran por la puerta de atrás. Lo lógico es que un empleado les aparque el auto y ellos entren por la puerta principal pero Valentin se niega. Aparca él mismo y entran por detrás. Apolo sale a recibirlos
--¿¿¡cómo les fue?¡
Emilio los ve por la ventana de su cuarto. Siente celos, deseo. Valentín   de lado se le ven unas curvas muy atractivas y besando a Lorenzo  excita mucho a Emilio. Valentín, al sentirse observado,   mira fijamente a Emilio que tiembla, que vibra, que siente que esa mirada lo derrite:
--hola ¿qué tal? --Valentín  muy simpático saludando con la mano..
Emilio sabe que nunca Carlos  lo hubiera saludado y menos con simpatía, con una cálida mirada. Es algo que le gusta pero que le sorprende. Le sofoca. No contesta y se aparta corriendo. Se tumba en su cama ardiendo. Valentín   lo mira con pena.
--¿qué le pasa a tu hermano conmigo?¿no le caigo bien?
Lorenzo  lo acaricia:
--él entenderá que tú eres mi felicidad.
Valentín   mira a Apolo :
--en realidad en esta casa sólo me quieres tú.
Con ironía Apolo  dice:
--¿por que será?
La dura mirada de Apolo  lastima a Valentín  --voy a la cocina, de repente el ambiente se puso cargadísimo --dice Apolo  sarcástico.
Lorenzo  es feliz en brazos de Valentín  . No le importa nada de lo que pase a su alrededor.
--te amo tanto --le dice Lorenzo.
Se besan. El uno tiene las manos en el trasero del otro. Aman sus almas y también sus cuerpos. Muy conmovido, con un sentimiento que le nace de dentro, que le hace vibrar y que le quema porque siente que es algo prohibido, algo que no le corresponde Valentín   dice:
--yo también te amo. No sabes cuanto. Ni yo mismo puede entender lo que me está pasando.
Y Lorenzo  no hace más que acariciarlo. Es muy guapo y dulce y le quiere y lo trata bien. Lorenzo  se siente en el paraíso. No necesita nada más.
--a veces siento que si nos acabáramos de casar, ¿te acuerdas?
Él fuerza una sonrisa.
--hace muchos años de eso.
--tenías mala cara y decías que por los nervios. Yo estaba tan ilusionado. Todo cambió pero ahora siento que ese tiempo no ha existido , que es aquí, ahora, que tú y yo recién nos casamos ayer,  que ayer fue la noche de bodas. Eres un hombre nuevo y yo amo a ese hombre nuevo en el que te has convertido.
Valentín   no puede evitar que se le escapen unas lágrimas y es algo que a Lorenzo le sorprende porque jamás Carlos  lloraría pero que también le encanta. Acaricia las lágrimas de su amado:
--mi amor... --dice Lorenzo emocionado.
--es que me gustaría poder borrar ese pasado y que sólo exista el presente. Nuestro presente, sería tan hermoso que las cosas fueran como tú las ves.
Lorenzo  lo abraza emocionado:
--¡¡te amo¡¡te amo mucho¡¡
Valentín   llora con amargura. Y lo besa.
--te amo, te amo.
Es algo que ha pasado muy rápido, pero a Valentín,   Lorenzo  se le ha metido muy  adentro.
--¿nos damos un baño? --Lorenzo .
Lorenzo  sabe que Carlos  le diría que no, el Carlos  de antes y si no sintiera que todo es distinto nunca le propondría eso..
--claro... --Valentín  .
Lorenzo  sonríe divertido.
--¿que pasa? --Valentín  .
Lorenzo  ya no se molesta en decir que Carlos  nunca haría eso.
--nada... no importa. --Lorenzo .
Valentín   lo besa. Sabe que no tiene necesidad de fingir que a Lorenzo  todo lo que él haga le parecerá bien, que en el fondo él se da cuenta que es otra persona y no le importa.
--prepáralo, yo ahora vengo --Valentín .
Lorenzo  y Valentín   se besan, a la vez se pellizcan en el trasero. Los dos gozan de sus cuerpos. Lorenzo se va hacia el cuarto, se va girando para mirarlo. Le lanza besos  y Valentín  se lo queda mirando embobado, suspirando enamorado.  Nunca pensó que eso le pasaría a él. Se siente como un adolescente descubriendo el amor por primera vez y es que en realidad es así. Valentín   nunca amó de esa manera. Valentín   se acerca a la cocina, Apolo  está cortando verduras.
--¿podemos hablar?
Apolo lo mira sorprendido:
--no.
--sé que tienes una mala impresión de mí.
Apolo  da un golpe fuerte con el cuchillo. Valentín   se asusta porque ve demasiado odio en los ojos de ese hombre . Está seguro que su hermano no se lo contó todo y no se atreve a preguntar. Apolo  odia demasiado a Carlos  y por eso es el único que no se ha dado cuenta del cambio. Odia ese cuerpo que casi abusa del suyo. Deja el cuchillo para evitar la tentación de cortarle el cuello y con ironía le pregunta:
--¿esta noche si va a salir o sigue con el teatro? porque yo no me trago nada de eso. Usted todas las noches llegaba borracho y oliendo a puto. A saber qué más hacia.
Valentín   no conocía ese aspecto de su hermano pero no le sorprende.
--¿hablas por celos por lo que pasó entre nosotros?
Apolo  agarra ese cuchillo y amenaza a Valentín  
--¡¡jamás vuelvas a mencionar eso¡ ¡¡jamás¡
Valentín   levanta sus manos sorprendido:
--tranquilo¡no te quise hacer daño¡
Apolo  deja el cuchillo. Está sofocado:
--si ya.
--mira --dice Valentín   tratando de olvidar lo que ha pasado-- perdona lo que te dije ayer, es que no estoy acostumbrado a que la gente me odie.
--¡¡¡te equivocaste de casa¡¡ --dice muy molesto.
Valentín  lo mira apenado:
--siento todo esto, de veras que lo que menos quiero es lastimarte.
--¡¡pues muérase¡
--perdón por todo el daño que te debo haber hecho.
Apolo  lo mira incrédulo:
--¡¡váyase al diablo¡
--¡yo sólo quiero arreglar el daño que hice en el pasado y comenzar de nuevo.
--¿cual es tu juego? porque tan amable?
Valentín   tiene miedo de la mirada de Apolo , siente pánico que po descubra y pierda esa felicidad que tiene.
--¡a mi no me engañas, sé que estás fingiendo ser bueno para no sé qué oscuro plan¡¡ --Apolo .
Apolo  sigue con la cebolla y Valentín   se va, sabe que nada puede hacer.

Aunque la idea era de disfrutar de un relajado baño, Valentín  y Lorenzo se desean demasiado y llevan mucho tiempo amargados. Tienen muchas ganas del uno del otro. Hacen el amor en el jacuzzi.
Después del baño, Valentín   se viste a todo prisa. Lorenzo lo abraza.
--¡no te vayas, quédate conmigo¡
El guapísimo Valentín   lo mira con dulzura:
--es que te tengo una sorpresa.
--¿qué? --dice ansioso.
--si no, no es sorpresa.

Valentín   busca, ante la mirada inquisitoria de Apolo , por los cajones y prepara velas. No le gustan los lujos pero la tentación le vence y elige un buen vino. Uno que nunca podría beber alguien como Valentin. A la luz de las velas y con música de fondo, Valentín   ha preparado el salón para una cena romántica. Va a buscar a su falso esposo con su mejor sonrisa. Lorenzo  llora de felicidad:
--¡¡mi amor, cuanto te amo¡
Valentín   es el que sirve la cena, Apolo  mira desde la cocina la felicidad de la pareja sorprendido. Comen dándose el uno la comida al otro, beben con las copas entrelazadas y se besan, se besan muy seguido.
--crei que no te gustaba el vino
--lo elegí para ti.
--bueno elección. Pareces un experto.
Lorenzo está en las nubes que no quiere darse cuenta que esta ante otro hombre.






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