lunes, 13 de julio de 2020

Capítulo 21



Valentín   habla muy nervioso con Carlos , se siente muy culpable por haberse acostado con el marido de su gemelo y lo que es peor, haberlo gozado. Y aunque sabe que a su hermano le daría igual también es consciente que es una situación temporal, que no lo corresponde sentir nada por ese hombre  y eso es algo que lo angustia.
--¿como  te va todo? ¿algún problema?
Valentín   está muy nervioso:
--bien... bien... todo bien.
Siente culpa y le cuesta articular palabras. Carlos  se da cuenta que algo pasa. Y está seguro que ha hecho algo mal, no imagina que es todo lo contrario.
--tu voz suena rara ¿no has metido la pata? No me hagas quedar mal.
--no, no.
--bueno pues en todo caso te llamo más adelante.
Valentín   está seguro que cuanto más pasen los días más unido va a estar a Lorenzo   y más culpa y menos podrá fingir ante su hermano:
--mejor no me vuelvas a llamar para que no sospechen. Yo sabrá solucionar todos los problemas. Cuando tú regreses, tu esposo te estará esperando. Tu matrimonio va bien.
Hay amargura en el rostro del usurpador, su rostro se llena de lágrimas. Carlos , pero, no imagina nada de lo que está pasando:
-- está bien pero ten en cuenta que si me traicionas tu familia pagará las consecuencias.
--tú eres mi única familia pero eso ya no importa... --Valentín   triste.
--sabes a quien me refiero.
--si claro.
--bueno pórtate bien .Imagina que yo te estoy vigilando. Este celular lo usaré solo para hablar contigo. El mío lo tengo apagado. Dile a Lorenzo que lo perdí y usa con él este número. No llames a tu casa. ¿Que hiciste con tu celular?
--lo apagué y lo dejé escondido en casa. Les dije que no estaba en una zona sin cobertura.
--voy bien.
--Nos pueden descubrir por estar hablando.
--si tranquilo... yo voy a gozar de la vida. Disfruta todo lo que puedas de mi marido. Se hace el decente pero es un puto y necesitas coger. Estás muy amargado.
El poco cariño que demuestra Carlos  hacia un hombre  que Valentín   ya ve como maravilloso lo lastima a Valentín . 
Se siente liberado cuando su hermano cuelga, está seguro que ya no lo volverá a llamar y eso lo calma. 
--por suerte no  me está vigilando.
Se siente libre y feliz. 
--lo que está pasando no le gustará saberlo.
Valentín   ya no le tiene rencor:
--le debo mi noche más hermosa pero ¿qué pasará cuando regrese?
Eso le atormenta.
--yo sólo soy un usurpador y un día me arrancará de este lugar que no me corresponde.
Llora. Le duele demasiado pensar en que lo que recién comienza tendrá un final.

Regresa al cuarto. Mira dormir a Lorenzo :
--es mentira, es mentira--dice atormentado-- Yo soy una mentira.
Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡¿¿como puedo ser tan miserable?¡¡yo me aproveché de él. Cree que soy su esposo y le he hecho acostarse con un desconocido¡¡ Si él algún día descubre la verdad me odiará a mí y no a Carlos. A Valentín, ese canalla que se aprovechó de él¡
Se sienta en la cama, y lo mira con ternura. 
--pero ya no hay marcha atrás. Ahora sólo puedo hacer una cosa, vivir este sueño sin pensar en el mañana y regalarnos a los dos los meses más felices de nuestra vida. Ojalá como tú crees a Carlos  su viaje lo haga cambiar y regrese siendo el hombre que tú esperas.
Y a Valentín   lo atormentan los celos al pensar que después de haber sido su hombre , Lorenzo  vuelva a los brazos de Carlos  y que nunca sepa que un hombre llamado Valentín   estuvo en su vida.
--es mi castigo. Tú no sabrás cuánto impacto me has causado. Nunca sabrás que yo fui el hombre que te ha hecho tan feliz. .Que esa mirada que soñabas no es de tu esposo.
Eso lo emociona, lo llena de orgullo:
--¿y si yo fuera el hombre que en realidad ama?
Trata de aferrarse a eso para no sentirse tan miserable por estar ocupando en la cama de su cuñado un lugar que no le corresponde:
--él es su esposo, él tiene todos los derechos y yo sólo soy un intruso que no tengo derecho a nada.
Se mete en la cama muy abrazado a su falso esposo:
--no debo pensar. Aunque yo no quiera estoy atrapado en esta casa y lo menos que puedo hacer es tratar de solucionar lo que Carlos  estropeó.
Y no lo siente precisamente como una condena. Se duerme muy abrazado al que es su esposo prestado


Al día siguiente, Lorenzo  despierta. No hay nadie en su cama y se angustia:
--¿lo soñé?
De repente oye el ruido de la ducha y se acerca  totalmente desnudo. Entra al baño... Valentín   en la ducha, totalmente desnudo, su cuerpo cubierto de agua y jabón y el acariciando su cuerpo desnudo... el pecho, las piernas, los genitales para aclararse. Lorenzo  lo contempla extasiado.  Valentín   se da cuenta que están siendo observado. Lo mira seductor,  le gusta sentirse deseado. Es algo que ya había olvidado, sentir que le importa a un hombre . Valentín  siente mucho deseo, mucha ternura. 
--buenos días, mi amor cómo has dormido?
Lorenzo tiembla de deseo:
--bien... bien.
Valentín  lo mira seductor:
--ven, el agua está muy buena.
Y los dos vibran al tenerse de nuevo frente a frente.
--Te amo... te amo... te amo.
Y a Valentín  le gusta que no le diga el nombre y siente que lo está amando a él, a Valentín   y siente rico. Y es que Lorenzo  no dice su hombre porque inconscientemente le dice te amo al hombre que tiene delante, su alma reconoce que no es Carlos  aunque Lorenzo  no se lo imagina. Valentín   no piensa, sólo siente :
--te amo.
Lorenzo  está emocionado:
--Nunca antes me habías hablado con amor. Nunca me habías dicho estas cosas.
--¿y te gusta?
Valentín  sonríe con una ternura seductora:
-¿y te gusta? ---repite.
Lorenzo abraza:
--es hermoso. Es hermoso estar contigo. Es hermoso volver a conocerte.
Valentín  tiene un nudo en la garganta y es que todo está pasando demasiado rápido. Jamás pensó ser tan feliz:
--para mi también.
Y la apasionada pareja se funde en un cálido beso. La pasión, los instintos florecen pero sin olvidar un delicado amor. En la ducha hacen el amor. Ambos obtienen un gozo único, bestialmente placentero pero con un amor único.

Apolo  escucha tras la puerta del dormitorio del falso matrimonio.
--¿qué haces?  --le pregunta Emilio.
--no se oye nada-dice Apolo  con la oreja pegada en la puerta.
--¿y que quieres oír?
--eso nada. Sabía que volvería a las andadas. Debió salir tarde.
--no creo, yo lo vi.
--cuando se iría y volvería de madrugada oliendo a alcohol y a perfume de puto barato.
--era muy tarde... estaba desnudo.
--¿¡desnudo? ¡¡guarro¡ No ha cambiado nada.
--bueno, en calzoncillos -- Emilio sofocado porque el recuerdo de esa visión que le fascinó lo excita y a la vez lo atormenta..
--es un degenerado.
--ha cambiado... es otro.
--nadie cambia y menos un demonio ¡hay que estar atentos, algo muy malo va a pasar¡¡seguro que es un truco¡ --Apolo  con odio.
--¿tú crees?
--¡¡no le quites el ojo de encima¡¡
--mejor no... (es que lo desea demasiado y teme no controlarse) No quiero estar cerca de él --Emilio vibrando de deseo.
--¡¡pues lo haré yo --Apolo  con odio-- yo descubriré que hay detrás de todo ese cambio¡

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