martes, 14 de julio de 2020

Capítulo 37 y último





Lorenzo  se conmociona al ver a Valentín. Por primera vez se da cuenta que el hombre que ama y su esposo son dos personas totalmente diferentes. Con timidez, sin atreverse a acercarse, Valentín   le dice:
--no me tengas miedo,  yo te explicare quien soy.
Lorenzo  le extiende la mano:
--yo sé quien eres... el hombre con el que siempre soñé.
Valentín   le toma de la mano:
--perdóname por el engaño.
Los dos se miran llorosos:
--esa mirada era la que siempre busque. Eras mi destino yo sabía que ibas a venir, no importa cómo, la cuestión es que estás aquí.
Valentín se acerca. Lo mira muy enamorado:
--¿no me odias por aprovecharme de ti? te convertí en mi amante.
--me convertiste en el hombre  más feliz.
--No me puedo creer que no te importe quien yo sea... qué...
--Bésame.
--¿cómo? --sorprendido.
--Bésame para demostrarte como te amo.
Los dos se besan con ojos llorosos:
--te amo --le dice Valentín.
--te amo --le dice Lorenzo.
Los dos se vuelven a besar.
--¿te puedo preguntar una cosa?
--sí, claro.  Me puedes preguntar todo lo que quieras. Tengo muchas cosas que contarte. Supongo que querrás saber quien soy... de dónde salí.
Lorenzo lo mira con amor:
--para empezar me gustaría saber tu nombre. 
Valentín   le sonríe:
--Valentín.
Lorenzo sonríe;
--por eso  nuestra hija se llama Valentina.
--me hacía ilusión. No podía darle mi apellido pero sí mi nombre.
Valentín está sentado a su lado. Agarrado a su mano. No puede creer que se hayan acabado las mentiras.
 -- soy Valentín, el hermano gemelo de Carlos . Mi hermano me tendió una trampa para obligarme a ocupar su lugar .
--claro...  --ahora Lorenzo  comprende muchas cosas-- mientras él arruinaba a su amante¡¡ese hombre  dijo la verdad¡
Valentín   le besa las manos:
--cuando vine a tu casa creía que eras poco menos que un monstruo porque así te describió Carlos  y en cambio... me enamoré de ti.
--Estaba desnudo... cuando nos conocimos. --dice Lorenzo pícaro.
Valentín   lo mira con timidez:
--yo no quería pero jamás imaginé que me enamoraría del esposo de mi hermano.
Lorenzo  lo trata con mucho cariño:
--lo que habrás sufrido.
--mi único miedo era perder a mi familia. Mi felicidad.
Lorenzo besa la mano de su amado y pregunta;
-¿te quieres casar conmigo?
Valentín   lo acaricia y besa su frente con los ojos llenos de lágrimas. Lorenzo  lo acaricia:
--ahora seremos una familia... aunque no me has contestado ¿te quieres casar conmigo, Valentín  ?
El guapísimo exusurpador lo mira con lágrimas en los ojos:
--sí... claro que quiero.
Los dos se besan muy enamorados.

Días después... Emilio está muy triste. Frente al altar de su cuarto, son ahora dos urnas con cenizas de dos perros. Valentín   se le acerca. Le pone la mano en los hombros:
--perdóname.
Emilio no le dice nada. Valentín   le habla muy dulce:
--háblame... no te vuelvas a encerrar, dime que me odias pero dime algo.
Emilio lo mira y lo abraza llorando.
--perdóname, perdóname --le dice Valentín  .
Emilio no le dice nada, es demasiada la amargura de su alma. Valentín   lo mira con tristeza:
--tu hermano y yo nos vamos a casar pronto. Espero que vayas a venir.
Con un hilo de voz, Emilio le dice:
--no me lo perdería por nada del mundo.
Luego vuelve a sentarse en su silla frente al altar. Valentín   lo mira con pena. Se va del cuarto. Apolo , que cojea un poco, no está tampoco es su mejor momento pero hace su esfuerzo.
--¿como sigues? --le pregunta Valentín  .
Cada vez que lo ve no puede evitar sentirse culpable por el daño que le hizo su hermano.
--tirando... --dice Apolo .
Valentín   busca unos documentos. Mientras le habla al empleado :
--yo tengo que hacer unos recados. Vigílalo.. No me gusta verlo tan mal...
--vaya sin cuidado señor Valentín.


Valentín   se dirige a la cárcel. Mert está detenido. A Valentín   le duele mucho ver a ese hombre tras las rejas. Mert lo mira distante.
--¿a qué has venido?¿a decirme que ya me lo advertiste?
Valentín   se sienta:
--a mi me hubiera gustado ayudarte. Evitar que siguieras robando.
--No quiero escuchar tus sermones.
--vengo a ponerme a tu orden. Te he puesto un buen abogado.
--gracias --dice brusco.
--es con tu dinero. Se lo iba a dar a tu padre pero supongo que sabes que...
--sí después de la muerte de mi abuela   y el abandono de tu hermano mi padre se volvió loco --dice indiferente.
--Carlos  le robó dinero que lo ha heredado el esposo. Es para ti. Te ayudará en tu defensa y luego a empezar de nuevo. Te iré visitando de vez en cuando.
Aunque Mert se siente muy solo no lo quiere aceptar. Se siente muerto. No quiere ver a nadie. 
--No necesito nada.
--Vendré igual.
Mert se va a mitad de la visita, Valentín   sale muy afectado. En el coche lo espera Luis  .
--gracias por acompañarme en estos momentos.
--Eres demasiado bueno... --Luis  .
--Ese dinero no es mío. Carlos  lo robó y ya que Lorenzo  como su viudo se pudo quedar con él pues no quiero quedarme con nada que no es mío...
--¿y ahora dónde vamos?
--Yo te digo...

A continuación van a la casa de Ángel . El hombre  se sorprende al verlo. Valentín   le da un cheque:
--creo que es todo lo que le robo mi hermano.
Valentín   se aleja de él. Ángel   está con la mirada perdida. Muy dolido. Valentín   se acerca al coche en dónde le espera Luis  ...
--venga, amigo... Ya deja el pasado atrás. Ahora vas a ser feliz con tu esposo, con tus hijitas.
Aunque siempre llevará en su alma la tragedia de su hermano sonríe al futuro con ilusión................

Tomados de la mano. Lorenzo y Valentín llegan al altar. La boda es en el jardín de la mansión. Se acercan al juez. Hay una mesa. Un arco. Flores. Lorenzo y Valentín se miran   muy enamorados y casi sin poder creerse que que ahora sí van a ser un matrimonio legal. Para Valentín es un sueño.  Ya no es un usurpador. Ese hombre que fue su cuñado va a ser su esposo. Esas niñas van a llevar su apellido . En primera fila está Apolo  con las dos bebés. Se siente más animado  y feliz que sus patrones hayan logrado su sueño de amor.  Junto al juez están los testigos. Luis y Emilio. Valentín abraza a Emilio con mucho cariño y Emilio muere de amor. Lorenzo  y Valentín, ante la atenta mirada de Emilio, hacen llorosos sus votos matrimoniales. Y se besan en su primer beso como casados. Emilio es el primero en felicitarlos. Luego los novios besan a sus hijas. Apolo se ocupa de ellas. Emilio no se despega del culo de Valentín que está guapísimo. Y los novios delante son mojados con la lluvia de arroz. Y alguien interrumpe esa felicidad:
--¡¡Valentín¡
A todos se les hiela la sangre, tiene un lado de la cara quemado, las manos pero es Carlos .
--¿¿creías que había muerto?¡ ¡¡no sin ti, mi querido hermano¡¡
Y dispara contra Valentín  ... la bala le va a impactar directo en el corazón pero Emilio se pone delante y es el que recibe el impacto. De la nada aparece Ángel  que no ha tenido suficiente con recuperar su dinero:
--¡¡maldito, no te volverás a burlar de nadie¡
Y Él dispara a un sorprendido Carlos  que muere en el acto. Luego el anciano  huye. Emilio agoniza en brazos de Valentín   que llora:
--¡¡no me hagas esto¡¡ ¡¡no me hagas esto¡
--te amo --le dice Emilio.
Y muere en sus brazos. Valentín   abraza al cadáver de ese hombre que por amor ha dado su vida por él. Él quería ayudarlo a ser feliz y por él ha encontrado la muerte. Valentín   llora atormentado. Luis   se hace cargo de las bebés, Apolo  y Lorenzo   están muy tristes. Lloran. Apolo  se santigua. Lorenzo, impresionado por el hecho que su hermano ha dado su vida por su esposo, abraza a su amado por la espalda…

Valentín está en la habitación de Emilio. Mira su altar. Lo preside la foto de la abuela. No están las urnas con las cenizas de los perros. Lorenzo lo abraza por la espalda.
--mi hermano tenía un vínculo muy especial con la abuela. La quiso más que a nuestros padres.
--una vez me dijo que estaba dolido contigo porque ninguna de nuestras  niñas se llamó como su abuela. Mercedes 
Valentín habla con la voz rota. Lorenzo se siente culpable de no haberse preocupado por su hermano.
--tú y él teníais un vínculo especial. Tú lo conocías más que yo y él te conocía más que yo.
Valentín no responde a las caricias de su esposo. Sólo mira ese altar con lágrimas en los ojos.
--me habló el abogado. Mi hermano hizo testamento. Te lo dejó todo a ti.
-No lo quiero.
--Se lo debes. Eres un hombre muy rico y mi socio.
--no me interesa el dinero. No me hará más feliz.
--pero sí te ayudará a cumplir tus sueños. Eres mi socio. Tienes millones pero Emilio hizo una compra y la hizo para ti. Mi hermano te  conocía mucho y quería ayudarte a ser feliz. No puedes renunciar a lo que quería para ti.
Valentin seca sus lágrimas.
--dió su vida por mi. No necesito nada más.
--compró la bodega en la que trabajabas y sus viñedos.
--¿eso hizo? --sorprendido.
Apenas habían hablado. Valentín no puede creer que Emilio haya hecho eso por él. Lorenzo seca las lágrimas de su esposo.
--Ahora eres el dueño. 
--No lo aceptaré. Ese dinero era de tu familia.
--Se lo debes. Emilio quiso que fuera tuyo y debes honrar su memoria aceptándolo. Sólo así descansará en paz.
--No me gusta mandar.
--Organízate como quieras. Se empleado en tu bodega.  Mi hermano te quiso hacer este regalo.
-Tu hermano me regalo su vida.
--Él te conocía más que yo te conocía. Tu felicidad era lo que más le importaba.
--pero es que yo quiero mi vida de antes. No quiero tener dinero. Sé que tú serás más feliz con otro tipo de vida 
--Podemos vivir sin lujos pero no rechaces la herencia.
--Quiero una vida sencilla
--Haremos la vida que quieras.
--Usaré el dinero de Emilio para abrir una fundación con su nombre. Ayudaremos a quien más lo necesite.
--Y yo pondré todos mis bienes para la fundación. Viviremos sólo de lo que dé tu bodega. Yo administraré la fundación.
Valentín va sonriendo.
--Me gustará.
--Usa ese dinero para facilitarle la vida. Paga tus deudas. 
--Y lo usaremos para tener otro hijo. Quiero una hija que se llame Mercedes  y si es niño Emilio.
--Pero con tu sangre. Es lo que le gustaría a mi hermano y a mí también.
Valentín hace que sí con la cabeza muy emocionado. Unen sus frentes.




Dos años después...en el segundo aniversario de la muerte de Emilio. Valentín   va a llevarle flores a Emilio a su tumba. Está en el panteón de la familia Valero y de Morales. Ahí junto a sus padres, su abuela   y las cenizas de sus  dos perros. Valentín   se arrodilla:
--gracias por tu amor, amigo, gracias por darme la felicidad.
El rostro de Valentín   se llena de lágrimas. Mirando la lápida con el nombre de su cuñado dice:
--te juro que mis hijos aprenderán a quererte y que sabrán de ese tío suyo que dio la vida por su padre.
Ese dolor lo llevará siempre en su corazón pero es un hombre feliz.

Ese día es el elegido por Valentín para presentar su nuevo vino. El primero que es realmente suyo. Un vino que ha llamado Incondicional y que ha dedicado a su cuñado. Las gemelas ya caminan y llaman a papá . Van hacia papá que las llena de besos y de amor. Y con ellas viene Lorenzo. Lleva el carrito con los gemelos. Valentín ama a sus cuatro hijos por igual pero es feliz teniendo una hija llamada Mercedes y un hijo llamado Emilio. El matrimonio se mira con mucho amor y se abraza. Miran la bonita familia que han construido. Tienen una vida hermosa llena de felicidad.
Fin.





Capítulo 36






Apolo  está con los pantalones y los boxers en los pies, llora lleno de vergüenza, asco y dolor.  Además su pierna sangre por la herida pero es tanto el dolor de su alma que no siente esa herida. Carlos  se sube los pantalones. Mira a Apolo  burlón:
--¿¡qué decías que nunca ibas a ser mío?¡ ¡¡si no te hubieras hecho el decente habría sido por las buenas y te juro que lo habrías gozado mucho así que ahora no te quejes¡¡
Apolo  no hace más que llorar. Está en shock. Carlos  la agarra de la cabeza con rabia:
--¡¡qué no llores¡¡ ¡¡es tu culpa, por jugar al decente conmigo¡ ¡¡
Carlos  se enfurece porque Apolo  no para de llorar:
--¡¡más te vale que te acostumbres a que yo soy tu hombre y que te relajes para que goces porque sinó seré yo el que goce solamente¡
Lo ata a un palo totalmente desnudo:
--¡¡yo te demostrare que soy  un verdadero macho¡
Apolo  llora y él le acaricia su desnudo cuerpo con placer:
--tranquilo, tendrás sexo del bueno y comida. Van a ser los mejores días de tu vida ¡todo un sueño para un jotito como tú¡
A Apolo  casi ni le sale la voz:
--auxilio... auxilio 
Carlos  se le ríe:
--nadie te va a oír... aunque gritaras mucho.
--las niñas...las niñas…
--Para que veas que soy bueno pues las traeré y las podrás alimentar pero tendrás que ser mío sin protestar. Harás lo que te diga o las mató.
Apolo acepta. Él ya está muerto pues almenos que pueda salvar a las niñas. Lleva a las niñas con Apolo al que desata pero no permite que se vista. Le gusta humillarlo. Tratarlo como a un juguete La policía está rodeando la casa en la que está Carlos . Éste se da cuenta y aunque no tiene tiempo de llevarse a Apolo ni a las niñas  huye en su auto. Se produce una terrible persecución... Carlos  pierde el control del auto y cae por un precipicio. El auto explota...


Valentín   es llevado a la sala de visitas. Allá lo espera Emilio que lo abraza angustiado:
--¿que te han hecho?
Emilio llora al ver que a su amado lo está tratando como un delincuente. Valentín   está desesperado:
--¿y Lorenzo ? cómo está Lorenzo ?¿porque no vino?¿me odia?
No le quería dar malas noticias pero no quiere que crea que Lorenzo lo odia. Además que Valentín se da cuenta que algo pasó.
--Mi hermano aún no sabe nada. Tu hermano lo atacó. Lo han operado pero está bien.
Valentín   llora. Da un golpe a la mesa:
--¡¡y yo no estoy aquí y sin poder ayudarlo¡¡ ¡¡todo por mi culpa¡
Valentín está angustiado y desesperado sin poder estar seguro de lo que pasa. 
--júrame que tu hermano está bien.
--te lo juro.
--¿y mis niñas?
--con Apolo.
En eso no miente pero no dice todo.
--¿y seguro que están bien?
Emilio no le quiere contar la verdad pero no puede mentir del todo. Valentín sabe que le preocupa algo.
-- me he enterado que tu hermano se escapó... aunque la policía dará con él
--¿porqué mi hermano es así?
Valentín   llora, sufre. Emilio lo acaricia muy enamorado:
--no te pongas así. No soporto verte mal. 
Valentín   se derrumba:
--Lorenzo me va a odiar y mis hijas  van a crecer con su padre en la cárcel. Nunca las volveré a ver 
--tú no vas a ir a la cárcel.
Valentín   se lleva las manos a la cabeza:
--todo se fue al demonio. Mi hermano y yo compartiremos celda.
--no, tú no--le dice Emilio mirándolo con cariño.
--¡pero estoy acusado de usurpación de identidad y de eso sí soy culpable¡
--El comisario no cursó la denuncia y no es precisamente un hombre recto. No estás solo. Me tienes a mí que estoy dispuesto a hacer lo que sea por ti.
--ven siéntate, creo que tenemos que hablar con la verdad.
Valentín   le habla con dulzura. Valentín   se sienta en una de las mesas para las visitas e invita a Emilio a sentarse con él. Emilio está sorprendido y además presiente que no le va a gustar lo que le va a decir..
--tengo que hacer cosas, tramitar tu libertad.
Valentín   se levanta, le pone las manos en los hombros y lo sienta. Él se sienta enfrente.
--antes quiero que hablemos.
Emilio evita mirar a los ojos a ese guapísimo hombre:.
--¿que pasa?
Con timidez, con vergüenza, Valentín   le dice:
--Carlos  me dijo un día que te gustaba, que le ofreciste dinero por sexo ¿me ayudas porque él no quiso nada contigo?, no te confundas conmigo.
--¡¡no, jamás me enamoraría de un miserable¡¡ ¡¡reconozco que su físico me atrajo pero por su alma podrida lo odiaré siempre¡
Emilio se ha levantado y Valentín vuelve a hacer que se siente. Valentín   le habla muy fraternal:
--tranquilo.. no te enojes. A mí no me importa. Eres mi hermano del corazón y quiero que lo sepas.
Y Emilio se está muriendo por él. Se levanta:
--tengo que ver como va lo de tu libertad, deje a mi abogado para tramitarla.
--No podré salir de aquí.
--Si porque aunque has cometido un delito, Carlos  le pagó al comisario para detenerte de una forma no correcta.
--¿¿qué?
--Y yo he pagado más dinero por tu libertad. Daré todo lo que tengo si es preciso pero tú no vuelves a pisar la cárcel.
--cometí un delito, yo merezco esto.
--tú mereces ser feliz
--¿porque haces esto? --le pregunta Valentín   con pena.
Y Emilio se tiene que callar lo mucho que lo ama:
--porque tú eres el hombre hace feliz a mi hermano.
--es que yo no puede corresponder a lo que tú sientes.
Emilio se pone nervioso.
--no hables, no sabes.
--claro que sí es evidente que tú...
Emilio no lo deja seguir:
--lo único que te voy a pedir es que hagas feliz a mi hermano.
--lo haré... gracias.
Valentín   lo abraza. No le gusta sentir su amor pero lo que más le duele es que sufra por él. Emilio se estremece al tener en sus brazos a ese hombre tan guapo que tanto ama. Los interrumpe el abogado.
--ya eres libre ya nos podemos ir.
Valentín   sonríe.

Tanto Valentín como Emilio se sorprenden al encontrar a las niñas ahí. Están bien. Apolo está conmocionado y envuelto en una manta. Emlio se acerca a él pero el chico no puede hablar. Valentin en cuclillas besa a sus hijas. Es entonces cuando Valentín se entera del secuestro.
--¿y mi hermano?
--murió --le dicen.
Valentín   queda muy impactado. Su rostro se llena de lágrimas y de dolor. Emilio lo abraza por la espalda para consolarlo. Valentin le pide a Dios que se apiade del alma de su gemelo y ahora que está con su madre espera que pueda descansar en paz. 
--yo me voy con Apolo y las niñas. Tú tienes que ir con mi hermano.
--¿como le voy a explicar a tu hermano lo que ha pasado.?
Valentín   tiene miedo, Emilio lo mira con ternura:
--con tu amor. No temas,  confía en mí. Lorenzo  te va a perdonar.

Lorenzo  está en el hospital. Lorenzo  está muy deprimido.
Entra Valentín con miedo, con ternura. Lorenzo  no entiende aún lo que pasa pero sabe que ese es el hombre que ama, no el que lo ha agredido.




Capítulo 35

Emilio pone una vela en la capilla de la clínica en donde Lorenzo  están siendo  operando . Y de rodillas en el piso frente al altar Emilio suplica:
--Virgencita mía. No me hagas esto. No me quites lo que más he querido en mi vida. Dale luz a mi hermano para que todo salga bien. Ilumina el camino a Valentín, que esté bien, que el loco de su hermano no le haya hecho daño
Y mientras Emilio reza con devoción por su hermano y por su amado éste se retuerce de dolor solo y sin luz en ese pequeña celda de castigo. Se siente herido y sufre por no saber lo que pueda estar pasando con Lorenzo .


Mientras Carlos  huye con Apolo y las niñas. Toda la policía detrás. Apolo  no deja de gritar y de llorar.
--¡¡cállate o  mato a los bastardos¡¡a ti te mataré pero antes disfrutarás en mis brazos¡
Apolo  llora:
--¿¡qué le pasó?¡¡¿¿por qué tan maluco otra vez?
--¡¡¿¿eres tonto?¡¡¿¿es que no viste que somos dos?¡ ¡¡somos gemelos¡
--claro... ahora lo entiendo todo... por eso el señor Lorenzo con usted no gozaba en la cama y con el otro sí porque son dos. 
Con la mano que aguanta el arma, Carlos  golpea a Apolo  en la cara:
--¡¡cuando nos hayamos librado de la policía... tú sabrás lo que es un verdadero macho¡
Apolo  está muy asustado. Carlos  se muere de rabia. No perdona que su hermano fuera al que eligiera su madre y que haya sido él quien hiciera feliz a Lorenzo .
--¡¡me las vas a pagar maldito¡ ¡¡maldito¡ --dice lleno de odio.

Reşat  por su lado está desesperado buscando a Carlos . Mert sigue en shock en su habitación. Ya se le ha pasado los efectos de la droga pero ese hombre que llama su padre lo ha matado. Los gritos de su padre llamando al falso Valentín lo torturan. 
--¿¡donde te metiste?¿dónde?¡¡
Carlos  es como una droga y no puede vivir sin él. Erika se le acerca bien borracha:
--hijo... no me siento bien.
Reşat  le da un empujón:
--¡¡y a mí qué me importa, con los problemas que yo tengo como para ocuparme de ti¡
Erika cae al piso. Reşat  se encierra en su cuarto. Erika siente un fuerte dolor en el pecho. Su voz suena ahogada:
--hijo, hijo...
Erika apenas con un soplo de vida se acuerda de la única persona que ha sido cariñoso con ella:
--Valentín  ...Va...
Y con el nombre de Valentín   en su boca Erika fallece.

Carlos  se mete por el campo y corre deprisa.
--¡¡nos vamos a matar¡ --grita Apolo .
--tranquilo... que vas a ir al cielo pero en mis brazos porque te voy a hacer el amor como nunca te lo han hecho.
Y Apolo  llora:
--¡¡prefiero que nos matemos¡
Cruzando el campo llega a otra carretera, no ve a los policías. Corre a toda prisa. Apolo  está desesperado. Carlos  ríe:
--¡¡los perdimos, los perdimos¡¡
Apolo  se muere de la angustia. 

A Emilio le informan que su hermano. Esta bien, que sigue sedado pero no corre peligro su vida.  LLora al pensar en Valentín  , en ese hombre al que ama con intensidad. Emilio siente un gran angustia:
--¿que ha sido de ti Valentín?
Suena su celular:
--¿sí que pasó?¿lo encontraron?
Emilio no imagina lo que está pasando con Carlos. Da por hecho que está en la cárcel. No imagina que ha muerto su perrito y que la vida de Apolo y sus sobrinas corre serio peligro. Emilio está muy ansioso por encontrar a Valentín.



Ya sin la policía en los talones, Carlos  ha llegado a una vieja casa abandonada en las afueras de la ciudad. Saca a Apolo  agarrándolo por el cuello:
--¡no me hagas daño¡
--¡¡claro que no. Es nuestra luna de miel... vas a gritar pero de gusto¡
Apolo quiere tomar a las niñas pero Carlos no se lo permite. Las abandona en el auto. Apolo suplica por él y las niñas. Al entrar en la casa, Apolo  le da un empujón y huye:
--¡¡nunca voy a ser tuyo... nunca¡¡antes muerto¡
Apolo  trata de huir pero Carlos  la dispara en una pierna y cae al piso 
--¡¡a mi nunca un hombre  me rechaza¡
Apolo  llora y suplica:
--¡¡no me hagas daño¡¡
Carlos  hace prisionero de su cuerpo a Apolo
-es tu culpa... te habría gustado mucho pero tú has querido que fuera así.
Un grito de metal y horror sale de la garganta del. hombre cuando Carlos  clava su dura lanza endemoniada en él. Carlos disfruta rompiendo al fin ese culo virgen. Le tenía ganas desde hace tiempo. Sus gritos. Su dolor aún lo excitan más 

Se abre la puerta de la celda en la que está Valentín .
--ven vamos.
El policía agarra a Valentín   con muy malos modos:
--¡¡tienes una sorpresa¡
Los policías se ríen y Valentín   tiene miedo. Le deslumbra la luz al estar fuera de esa celda de castigo.
--¡¡no quiero ir¡
Se lo llevan entre dos casi arrastras. Valentín   está hundido.