Lorenzo sale de la ducha y está totalmente desnudo. Valentín lo mira impresionado. Tiembla de deseo:
--Nunca había visto un hombre tan guapísimo. --piensa.
Lorenzo siempre ha sido espectacular. A sus casi 50 años está más guapo que nunca.
Lorenzo mira feliz a Valentín , además su esposo lo mira de una manera que nunca antes lo miró. Lee el deseo en sus ojos y eso lo excita. Carlos era una máquina. Nunca su fría mirada le transmitió nada. La mirada de Valentín es cálida. Ardiente. Lorenzo ya había olvidado lo que es sentirse deseado. Valentín está sofocado. Verlo desnudo. Verlo desnudo nada más conocerlo no ha sido precisamente como él lo imaginó:
--perdona.
Valentín se gira. Y Lorenzo le sorprende pero le gusta la timidez, la inocencia que hay en los ojos de él.
--¿que te pasa, Carlos ?¿es que ya no te gusto?
--No es eso...
Valentín tose, está muy nervioso. Le cuesta que su voz salga normal:
--es que pensé que estarías enojado conmigo.
Lorenzo lo abraza por la espalda y Valentín siente su cuerpo desnudo y se estremece:
--te amo tanto Carlos ... has vuelto... has vuelto.
Valentín vibra en sus brazos y Lorenzo lo nota todo distinto y le encanta:
--vístete por favor... –ruega temblando
Lorenzo se le pone delante y el usurpador está muy impresionado. Le gusta mucho lo que ve. Nunca sintió tantas ganas de estar con un hombre. Nunca deseó tanto a nadie. Lorenzo es un hombre muy guapo pero hay algo en su mirada que le gusta aunque la verdad es que la desnudez de Lorenzo no le deja pensar en demasiadas cosas.
--¿no será mejor que te vistas? --dice Valentín muy nervioso.
--no, tranquilo... mírame... ¿es que no te gusto? --sorprendido pero feliz por la tímida reacción de su marido.
--si claro --dice Valentín temblando.
Lorenzo lo acaricia, lo besa en los labios suavemente y Valentín responde a ese beso. Y Valentín no puede evitar una fuerte erección:
--¿estás empalmado? Nunca te vi así por mí... --dice Lorenzo gratamente sorprendido.
--¿que, como? -- balbucea Valentín avergonzado.
--tu pantalón... parece que llevas un arma --dice Lorenzo divertido.
Valentín se pone las manos por delante con timidez:
--perdona... mejor te tapas... que no respondo... --dice tragando saliva.
Está muy nervioso. Casi no le sale la voz. Lorenzo lo acaricia y Valentín goza y vibra con esa caricia como hacía años que no gozaba.
--no me hagas esto... --jadea Valentín.
--tu mirada es distinta... ahora sí eres el que esperaba.
--¿como? --sorprendido.
--tus ojos...es la mirada con la que soñé. La que he estado esperando toda mi vida.
Y Valentín mira a ese hombre que se le está ofreciendo, piensa en todas las cosas que Carlos le dijo: es cruel, se te regalará para humillarte Y Valentín no puede creer que ese hombre que desea tanto no lo deseé a él no lo vaya a tratar bien, que sólo se preocupe por su placer y que además luego lo vaya a humillar. Y ambos, que recién se conocen, sienten algo muy fuerte ya el uno por el otro. Es físico pero también espiritual. Sus almas, es como si hubieran pasado toda la vida buscándose y ahora se encontraron y fueran como un volcán que está entrando en erupción. Valentín no se puede controlar. Si sigue así se acostará con ese hombre . Piensa en todas las amenazas de Carlos : si Él quiere hazle el amor o lo pagarás.. Y a Valentín le encantaría hacer el amor con ese hombre:
--¡¡no puede ser... no puede ser¡
Aunque Lorenzo lo desea, Valentín sabe que si supiera que no es su esposo todo sería diferente y por eso él no lo puede engañar. Lorenzo siente por primera vez que su esposo lo desea y no entiende porque lo rechaza.
--¿el que no puede ser?
Valentín se lleva las manos a la cabeza sofocado:
--¡¡mejor me voy¡
Lorenzo lo agarra del brazo:
--te daré lo que quieras... no te vayas.
--Lorenzo ...
Valentín dice su nombre con un deseo, con una ternura que a Lorenzo lo derrite y se le lanza a sus brazos:
--soy tuyo...tuyo --Valentin.
Valentín no siente amor pero Lorenzo es muy guapo, lo desea y hace mucho que no está con un hombre. La fusión de cuerpos y almas es perfecta. Ambos disfrutan de la desnudez del otro. Lorenzo se sorprende y es que Valentín es tan dulce y delicado. Y a Valentín le pasa lo mismo. Ambos son pasivos y activos. Y ambos disfrutan y se preocupan del gozo del otro. Los dos se rompen del gozo. Los dos están gratamente sorprendidos. Lorenzo porque su esposo era egoísta y violento y le daba igual si disfruta. Valentín porque las cosas son tan distintas a como le contó su hermano. Aunque hay ternura, también hay mucha pasión. Los fuertes jadeos de la pareja llegan al dormitorio de Emilio. Apolo está con él:
--¡¡retozan como cerdos¡¡que asco¡ ¡¡tú hermano estaba bien caliente y él... parece que hace años que no hacían el amor...¡¡¿¿y a ti que te pasa?
Y es que Emilio, tumbado en la cama, hace una mueca de gusto y se pone la almohada en la zona central para que Apolo no se dé cuenta de lo que le pasa. Es algo que él no entiende, se siente un depravado por excitarse al oír los jadeos del hombre que se está acostando con su hermano y es que se estremece al pensar en Valentín . Es atractivo , eso no es nuevo. Pero sí que su mirada lo llena. Es lo que había deseado. Lo que busca en un hombre y le atormenta sentir eso tan fuerte por el esposo de su hermano y más porque siempre despreció a Carlos y no quiere que le guste tanto.
Valentín aúlla a tener su primer orgasmo después de meses de sequía..Está conmocionado de un placer que extrañaba y goza de una manera única. Está como loco. aún jadea retorciéndose de ese placer eterno. Lorenzo besa el pecho de Valentín mientras él lo acaricia con ternura:
--gracias, gracias por esta noche de amor... ha sido única. Ha sido como si hiciéramos el amor por primera vez. No pareces tú. Es que tu brutalidad era excesiva. Ahora hemos hecho el amor por primera vez. Antes parecía que grabábamos una peli porno. Que no estaba mal pero necesitaba esto. Amor.
Valentín lo mira sorprendido. Parece que le esté hablando a él, a Valentín y tiene que hacer un gran esfuerzo para pensar que es Carlos . Está derrotado del placer, casi no le sale la voz:
--hablas como si fuera nuestra primera vez y hemos hecho el amor muchas veces¿no?
Valentín está inseguro, habla con miedo. Lorenzo le sonríe:
--si pero tú sabes que no me gustaba que fueras tan bruto. Nunca me hacías sentir amado como ahora.
--¿ah no? --sorprendido y nervioso.
--es que te has convertido en otra persona. En el hombre que siempre quise que fueras.
Lorenzo acaricia esos labios que lo han enloquecido --tus besos son distintos, saben más rico.
Valentín se pone nervioso, le da miedo que el hombre haya notado la diferencia y también se siente culpable porque le diga que con él gozó más. Se siente un miserable, siente culpa pero además deseo. No se arrepiente y está feliz de que ese hombre tan guapo lo mire con amor y lo toque. Tanto Valentín como Lorenzo hacía muchos años que no se sentían amados y deseados.
--ahora sí eres como en mi sueño, yo sabía que si yo era paciente sabría sacar lo mejor de ti y me harías feliz.
Mientras le acaricia la cabeza le pregunta:
--¿tu sueño?
--siempre, desde adolescente he soñado con esa mirada. Sé que dirás que estoy loco pero es como me has mirado hoy. Toda mi vida he buscado esa mirada. Tú me deslumbrante cuando te vi. Tu belleza me cegó pero siempre eché de menos esa mirada. Algo dentro de mi me decía que eras tú, que no tenía que tirar la toalla. Que tú eras el hombre que me iba a hacer feliz. Yo te amaba pero echaba de menos esto. Ahora sí soy feliz del todo.
Valentín lo mira con una sonrisa que Lorenzo ya adora. Le acaricia los labios:
--es que ahora sí eres tú. Es tu sonrisa, son tus ojos Ahora sí es como siempre soñé, como siempre quise que fuera mi hombre.
--¿y antes no lo era?
--No. Me decías que era un fresa pero yo te amaba y buscaba algo más que sexo. Me hacías sentir tu amante. Tú tenías razón, necesitábamos una separación para tener la felicidad que, antes no me hubiera atrevido a decirte pero ahora siento que te puedo decir todo, una felicidad que no tenía.
--¿y ahora sí eres feliz?
Lorenzo apoya su cabeza en el cuerpo de su falso marido:
--como en un sueño, como siempre lo deseé.
Valentín siente que está naciendo algo especial con ese hombre y le gusta pero le hace sentir culpable. Siente miedo. La dulzura con la que le habla nunca la usaría Reşat para él está siendo especial y le duele que sea mentira. Le duele estar engañando a ese hombre con el que está tan a gusto. Lorenzo más que amar estaba deslumbrado por Carlos y no quería ver la realidad. Ahora tampoco quiere verla. No quiere ver que es otro hombre. Lo ama y ahora sí ese hombre lo trata como siempre soñó. El resto no importa
Lorenzo por primera vez se siente amado, escuchado, valorado por su esposo. Pese a que aún no hace ni hora que se conocen ambos sienten que se pertenecen el uno al otro. Valentín lo disfruta pero con culpa, siente que le está robando algo a su hermano y eso le duele, hace que no disfrute al cien por cien de esa felicidad que jamás había sentido. Jamás se había sentido tan querido por nadie.
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