domingo, 12 de julio de 2020

Capítulo 16



Valentín   se abrocha los botones de la camisa. Su imagen es la viva imagen de la desolación. Contrasta con la alegría de su hermano.
--No pongas esa cara yo le mandaré dinero a tu macho. No le faltará de nada.
--pero no te acerques a él.
Burlón Carlos  le dice:
--eso depende de que te portes como un verdadero hombre con mi esposo. Debes hacer lo que yo haga y yo me lo cojo todos las días a mi esposo.
--creí que te obligaba,  que te lo hacía pasar mal.
--Yo necesito coger todos los días, es algo que no puedo controlar y lo hago muy bien pongo todo de mi parte.  No me puedes dejar mal.  Además Él --va improvisando sobre la marcha-- me provoca,  se me desnuda me provoca y después me humilla. si él te provoca y tú no te lo coges sospechará y si eso pasa ¡prepárate para lo peor¡ Mientras estés en mi piel te comportarás como si fuera yo y eso incluye el sexo.
Carlos  lo mira amenazante. Valentín   se sienta en una silla para atarse los zapatos. Mira a su hermano triste. Le duele que su hermano no quiera conocerlo sino aprovecharse.
--no tienes ningún interés en conocerme, ¿no? --le dice Valentín   muy triste.
Carlos  lo mira burlón:
--pero no te lo tomes como algo personal ¡dale las gracias a tu mamaíta¡
--también es tu madre--Valentín   muy triste.
--¡no. Me parió como una perra¡ ¡¡te quiso a ti y a mi no¡¡
Hay mucho odio en las palabras de Carlos , no soporta el hecho que su madre no lo quisiera y sí a su hermano, ese hermano que ahora desprecia. A pesar de todo lo que le está haciendo, el guapo Valentín   trata de comprender a su hermano. Está seguro que no es malo, que sólo le ha faltado cariño. Le habla con dulzura:
--me gustaría que me acompañaras a la tumba de nuestra madre.
--¡¡¡NOOOOOO¡¡ --grita Carlos  con un odio atroz.
--Te lo ruego. Te lo pido como un favor. --suplica Valentín  .
--¡no¡ ¡¡tú y yo no somos amigos. Te meterás en mi piel y harás lo que yo te ordeno sino quieres que los que tú quieres pasen por cosas malas¡
--tú también --dice Valentín   muy triste-- eres alguien al que quiero y me prometiste que serías bueno.
Carlos  lo mira burlón:
--no me conoces, no seas hipócrita, no puedes quererme. Ya me tienes harto de tu pose de santo, pareces tonto.
A Valentín   le duele mucho el desprecio de su hermano
--te quise desde el día en que supe que existías. Será el llamado de la sangre ¿es que tú no lo sientes?
Carlos  lo que siente es rabia.
--seré muy bueno --dice burlón-- si tú eres bueno con mi esposo... ya me entiendes --hace gesto de coger--. Tú defiende mi lugar en esa casa. Luego te podrás olvidar de mi.
--¿porque eres así? --Valentín   triste.
--¡¡siempre que te moleste lo que hago piensa que es porque a mi me tiraron a la basura y a ti te lo dieron todo¡
--¿y tengo que pagar por eso? yo no tengo la culpa.
--¡¡ni yo y lo que tú ahora debes hacer es complacerme ¡¡yo me lo merezco y me lo debes¡¡ tampoco te cuesta tanto. Le daré dinero a tu hombre. No trabajarás y te podrás divertir con mi esposo que es tonto pero está bien sabroso. Es lo único bueno que tiene.
--no hablas como un hombre enamorado ¿estás seguro que me lo has contado todo o lo que tú quieres es divertirte lejos de tu esposo  seguir casado con Él por su dinero?
--no pienses --Carlos  con ironía-- pensar te hace mal y pone en peligro la salud de los tuyos.
--no creo que les hicieras daño -dice Valentín   que quiere creer que su gemelo es bueno.
Carlos  se le ríe:
--no daño no pero le echará una cogida a tu macho  que hará historia y a su hijo también que seguro que es puto también  --hace gestos obscenos.
--¡ni se te ocurra¡ yo haré lo que quieras pero no toques a nadie de mi entorno--Valentín   serio.
--tú en cambio de mi entorno puedes tocar a quien quieras. Menos al maricón de mi cuñado, eso sí que no te lo perdono. Es asqueroso. El criado también está muy bueno y no sería la primera vez que me mete en su cama. Es muy jovencito pero un vicioso. Te la pasarás bien. No tienes competencia y tienes a dos hombres guapos  sólo para ti. Me lo agradecerás.
Valentín   está escandalizado:
--¿también con un empleado ? ¿que clase de hombre eres?
Carlos  se siente muy orgullo de sí mismo:
--un macho que se porta como un verdadero hombre cuando un puto  se te desnuda y te quiere llevar a la cama... Y tú deberás hacer lo mismo, no quiero que me hagas quedar como un tarado. Si no me obligarás a demostrarle a tu novio y a su hijo lo macho que soy y te juro que tu macho notará la diferencia porque yo soy pura calidad en la cama ¡una máquina del sexo¡
Valentín   se lleva las manos a la cabeza, tiene el rostro desencajado:
--¿¡es que no tienes moral?¡
Carlos  se le ríe:
--pareces monja.
Muy dolido con Carlos  le dice:
--tengo principios y al parecer tú no.
Carlos  se le ríe:
--que hartura con los principios.
--cuando acabe esto me tienes que prometer que estaremos juntos, espero poder enseñarte algo de ética y moral.
--eres tú quien debería aprender de mi pero bueno --le pasa las manos por los hombros-- venga... nos tomamos un café y hablamos del tema que me interesa.

Al rato los dos hermanos salen de la cárcel. Carlos  está feliz, agarra del cuello a Valentín   para burlarse de él. Valentín   se le aparta triste. Con ironía Carlos  le dice:
--no pongas esa cara eres libre.
--no, no estoy en la cárcel pero estoy preso de ti--dice Valentín   con amargura.
--si no eres tonto te la pasarás bien--Carlos  riendo.
--¿y cuando me iré?
--en unos días para que mi esposito me eche de menos y para que te prepares bien para ser yo y yo te cuente cosas de la casa, de la gente aunque de ellos no hay mucho que debas saber. Son una basura. Del que te tienes que cuidar es del maricón de mi cuñado, Emilio es despreciable. Se muere por mis huesos y si no te cuidas se aprovechará de ti... es perverso. Me acosa todo el rato. Me quiso comprar y me negué. Me quiere obligar a ser su amante aunque sea el esposo de su hermano. Es un enfermo. Odialo. Ignorarlo. A ese escupele en la cara cada vez que lo veas.
Valentín   se siente fatal por lo que va a hacer:
--no creo que sea más perverso que tú. 
--ya olvídalo.
Los dos hermanos van a un bar cercano. Carlos  pide un whisky para cada uno:
--yo solo tomo vino y muy de vez en cuando.
Carlos  se le ríe:
--¿es que no tienes nada normal? eres tonto, tonto. Te tendrás que acostumbrar a lo que yo bebo.
Valentín   pide una copa vino. Uno bueno pero que pueda pagar.
--te invito yo. Toma el más caro.
Entonces Valentín no se puede resistir al capricho. Y pide uno de sus favoritos. A Carlos le parece muy fresa como habla Valentin y se le ríe
--que raro eres.
--me gusta el buen vino pero sólo suelo catarlo
--Lorenzo tiene una buena bodega pero el vino es de viejas. Yo prefiero cosas más fuertes
Valentín le va contando las sensaciones que le transmite el vino y Carlos no deja de reír.
--menos mal que Lorenzo  es tonto y estará tan feliz que no notará el cambio, pero yo creo que tendré que regresar pronto porque no creo que con lo soso que eres Lorenzo  te aguante mucho y si me tardo romperás con mi matrimonio.
--yo haré lo que pueda.
--tienes que ser yo en todo momento. No me puedes fallar.
--si ya me lo has dicho muchas veces.
--si te tienes que acostar con mi hombre  no temas, al contrario. Diviértete. Se te quitará esa cara de amargado. Tu novio debe ser impotente y muy feo  porque no te lo debes coger desde hace mucho. Te hará bien tirarte a mi hombre ... es tan puto. te gustara su cuerpo, lo disfrutarás.
--¡¡¿que clase de hombre eres?¡ --Valentín   escandalizado.
--bueno y si yo me tuviera que acostar con tu  pareja  por ti lo haría.
--¡¡no lo hagas.¡¡ --le advierte Valentín  .
--no soy celoso, pasa el rato con Lorenzo  si quieres. Puedes coger todo el día con él.
--¡no¡ --sentencia Valentín  .
--tu le cumples como un macho. si tu me haces quedar mal yo me acuesto con tu Reşat  para demostrarte que si soy macho.
--¡no te acerques a él ¡
--haz lo que yo te digo,  no me obligues a ser malo.
Valentín   está resignado.
--todo saldrá bien--dice Carlos 
Carlos  ríe, Valentín   se siente prisionero de la maldad de su hermano.

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